Hombre asegura sentir la presencia de un «niño» en casa de Pachuca

redactorjefe3 febrero, 202017min448
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Pachuca, Hgo., 03 de febrero de 2020.- La historia de un joven que asegura sentir la energía de un «niño» en la casa que habita en Pachuca, ha llamado la atención de decenas de cibernautas.

 

Y es que, a través de Twitter, el usuario @iFerSevilla creó un hilo desde la semana pasada, para narrar la aterradora situación que vive todos los días en una vivienda que rentó cerca del centro comercial de La Mega, en la capital hidalguense.

 

De acuerdo con el hombre, en repetidas ocasiones siente la presencia de una persona de baja estatura, también sus cosas se pierden, una lámpara se prende y se apaga sola, e incluso ha escuchado al piano sonar sin que nadie se encuentre en él.

 

Hasta el momento su narración cuenta con más de 2 mil likes y los usuarios han seguido paso a paso cada una de sus publicaciones para no perder ningún detalle de la historia.

 

Aquí te compartimos parte del hilo de @iFerSevilla para que juzgues por ti mismo:

 

Voy a contar la historia de como me di cuenta qué hay un “Niño” o (la energía de uno) en el departamento donde ahora vivo en Pachuca.

 

Para que entren en contexto, regresé de la CDMX a vivir a mi hermosa Pachuca, acostumbrado a vivir solo tomé la decisión de irme de mi casa nuclear y rentar un departamento, situado en conocido Fraccionamiento cerca de “La MEGA”

 

Departamento amplio, que mostraba algunos detalles de uso, entre ellos las puertas de un closet de madera a las cuales no les di importancia porque también sabía que era un departamento el cual ya había tenido dos rentas anteriores.

 

La primera noche que dormí ahí, fue el 5 de enero de este año, lo raro es que sentí lo que comúnmente dicen que es que se te “suba el muerto” y yo al ser un vato súper escéptico no le di importancia y seguí acomodando mis cosas a la mañana siguiente.

 

En el departamento arriba y debajo mío hay dos familias con bebés pequeños (uno y cinco años aprox). Y de esa noche en adelante siempre escuchaba como quejidos o berrinches de un niño de aprox 5 -6 años. Lo que me parecía bastante normal hasta que…

 

Me di cuenta que estaba solo en el edificio porque no estaban los coches de mis vecinos. Y escuché, de nuevo, los quejidos de un niño.
Me sorprendí un poco pero me valió, lo verdaderamente interesante es que descubrí el origen de los quejidos, dos lugares en el Departamento.

 

Del cuarto principal se extiende un pasillo largo que tiene a la derecha dos habitaciones, lo curioso es que desde ahí esos ruidos apuntaban directo a una de las habitaciones qué actualmente yo uso de vestidor.

 

Y si, era la de las puertas de madera extrañas.

 

Pero lo verdaderamente impactante, fue que de ese pasillo largo se ve el piano, que siempre por estética lo dejo con las teclas cubiertas, y arriba del piano hay una lámpara.

 

 

Pues hace una semana exactamente, desperté por un ruido muy fuerte que se originó porque la puerta de mi habitación se azotó, pero Justo cuando desperté escuché una risita. Vi mi teléfono que estaba a un lado y eran las 3:10am, la Netflix es que si me dio miedo y solo lo ignoré.

 

Ok sigo.
Al día siguiente me levanté sin saber qué pd con lo que había pasado pero me propuse investigar el lugar exacto de donde venían los ruidos para de una vez por todas saber si me iba a morir o no.

 

Ese día revisé todos los rincones del departamento y no encontré nada, extrañamente se dejó de escuchar al “Niño” por al menos tres dias, pero comencé a notar que mis cosas empezaron a “perderse” y nadie mas que yo había ido al departamento.

 

me valió y seguí haciendo mis cosas hasta hace una semana o un poco más, estaba acostado otra vez, a punto de dormir  y escuché un golpeteo de madera, acostumbrado a este tipo de sonidos lo ignoré; pero todo cambió cuando escuché la tecla más aguda del piano en repetidas veces.

 

En volumen muy bajo pero perceptible, incómodo para la audición, uno tras otro. En ese momento amigos he de confesar que me petrifiqué alv. Pero me agarre los pantaloncitos y caminé a la sala donde esta el piano, encontré la tapa piano abierta y una mancha en la última tecla.

 

De esas manchas como cuando pones el dedo en una pantalla o asi, pero era una mancha pequeña.
Lo comenté con mi familia y me dijeron algo que realmente era razonable y me hizo plantear muchas hipótesis de que pasaba.

 

Estando de Médico interno en un hospital muy grande por un año era muy común ver a la gente morir, incluidos, por supuesto, niños pequeños.
Tristemente el pan de cada día, pero me hizo pensar si ese “Niño” vino conmigo o ya estaba aquí en Pachuyork.

 

En fin, leyendo un poco vi que donde está el departamento eran terrenos ejidales en Pachuca de hace muchos años, exactamente no se cuantos.

 

Pero se viene lo bueno amigos.

 

El jueves pasado mientras me peinaba sentí esa mirada incómoda, penetrante llena de intranquilidad, y así con el “rabillo” del ojo lo vi, por menos de un segundo pero lo vi. Ahí confirme mis teorías de que no era alguien del hospital, sino que ya estaba ahí.

 

Niño, talla baja para la edad, cabello lacio hacia el lado derecho, con un suéter o parecido color azul con detalles en rojo y un pantalón que no dejaba ver los zapatos. Nuevamente me dio un chingo de miedo, prendí un cigarro y me salí alv de ahí.

 

Entre tantas cosas que leía y me decían, ese mismo jueves por la noche llegué al departamento, entre sus aportaciones las más comunes eran “toca una campaña” “gritale groserías” y “pregúntale qué quiere” todo eso cuando yo sintiera que estuviera ahí.

 

Y volvió a pasar, como si de burla se tratara. Recuerdan que les dije que arriba del piano había una lámpara?
Pues después de preguntar, usar la campana y la ch, me fui a acostar.
Dos minutos después máximo, la lámpara empezó a prenderse y apagarse. Muchas veces.

 

Dispuesto a hacer las pases, me senté en el comedor, con un vodkita un cigarro y un miedo dlv. La luz se apagó y no pasó nada más hasta el sábado por la mañana.

 

Y pasó lo que sin lugar a dudas ha sido la experiencia más terrorífica de todo mi existir y que incluso hizo cuestionarme si es que seguía vivo, literalmente.
Lo raro fue que esta vez no pasó por la noche, sino 6:30 am.

 

Me desperté ayer como todos los días a las 6:00am pero porque mi reloj biológico es un asco, como sabía que no tenía muchas actividades por la mañana mejor me quedé en cama por un poco más de tiempo. Yo duermo como soldado, viendo hacia arriba y con las manos pegadas al cuerpo.

 

Entonces ocurrió, tenia los ojos cerrados, relajado en realidad, y escuché la misma risa que escuché cuando se azotó mi puerta intente abrir los ojos y sentí una mano húmeda que apretaba mis párpados y no me permitía por lo tanto, abrirlos.

 

Estaba 100% consciente de lo que pasaba por eso me aterré, porque además de sentir la mano en mi rostro escuchaba pasos muy duros como cuando caminas descalzo.
No podía mover nada de mi cuerpo pero sentía y escuchaba todo, inclusive percibía un olor desagradable.

 

Lo más feo, fue que intentaba gritar y no pasaba absolutamente nada, solo sentía opresión en el pecho. Me desesperé a tal grado que lo único que hice fue relajarme, seguir escuchando y sintiendo esa opresión. Aproximadamente 2 minutos de esa consciencia incómoda.

 

Y cuando pude moverme, me levanté rapidísimo a la cocina por agua, la tapa del piano y la luz, de nuevo, estaban prendidas.

 

No quise hacer nada más, solamente me dejé llevar. Pero Justo hoy domingo, estaba colocando unos cuadros en el departamento y me di cuenta de algo que puede culminar o seguir con el hilo de suspenso en esta historia.

 

Estaba poniendo unos cuadros que tenía pendientes y me di cuenta que el departamento tiene una recubierta de madera que la separa aprox 10 centímetros del concreto. Y para los que tienen la duda, adentro del closet donde se escuchan los llantos, también tiene recubrimiento.

 

Por la mañana y antes de volverme loco a romper la madera, pensé que sería una mejor opción preguntar a mi arrendadora el porque los dos anteriores inquilinos se habían ido del departamento, a ella nunca le he comentado lo de los supuestos sonidos y demás.

 

Con cierta pose de intranquilidad me dijo que los primeros inquilinos estuvieron dos años aquí, pero habían decidido irse porque necesitaban un lugar más grande porque esperaban a otro bebé o ya lo tenían, no profundicé en el tema.

 

Ella tampoco.

 

Después, la familia que rentó el departamento se componía de padres y un niño pequeño, con muchas variantes y detalles no solicitados, me dejó inferir que la familia se sentía intranquila porque el niño se dormía por mucho tiempo, cosa que anteriormente no pasaba.

 

No le di mucha importancia, pero ya que estaba ahí, pregunté porque la gran mayoría de las paredes en el departamento tenían esa cubierta de madera.
Esperando una respuesta concluyente sólo dijo que las habría colocado por estética, porque algunas paredes ya estaban dañadas.

 

 

Pero evidentemente dio a conocer que esa no era la respuesta real, le mencioné que quería cortar algunas partes de un closet, pues quería poner un perchero para corbatas, se puso pálida, cruzó los brazos y me pidió que no fuera el closet de una de las habitaciones secundarias.

 

Me explicó que mientras construían el edificio, en esa pared quedó algo así como un túnel pequeño, “como para ratón” según ella. Que se usaba porque el edificio quedó a la mitad por falta recurso, y por ahí drenaba el agua hacia un lugar donde ella desconocía.

 

Me recomendaron poner un vaso de agua en un lugar amplio del departamento, lo he hecho ya.

 

Haré las cosas que tenía pendientes para hoy y les contaré si ocurre algo que valga la pena.

 

Ayer no escribí nada porque no valía la pena, con el vaso de agua no ocurrió nada extraordinario, se evaporó el agua más rápido de lo normal a mi juicio, en fin.
Les voy a platicar qué pasó ayer por la noche.

 

Como algunos saben, tengo un perro Shiba Inu que es mi vida, y lo traje al departamento por la noche para ver si como en las películas algo pasaba.
Extrañamente si ocurrió.

 

Se paró en la entrada del pasillo, las orejas y la cola las tenía muy erizadas, la lengua afuera como si tuviera mucha sed, pero ahora no veía el “vestidor” sino mi habitación.

 

Tomé un video pero Twitter no me deja subirlo.

 

Me han dicho que haber dejado el vaso de agua fue un error, pues lo que sea que sea, lo ha tomado como ofrenda.

 

Y también del video que subí, me dijeron algo que realmente me erizó la piel.

 

Supuestamente en el video con audio a detenimiento se escucha algo entre el par de llantos, una persona me comenta que eso no es el llanto de un niño, sino que puede ser otra cosa que se quiere hacer pasar por un niño para que lo perciba  como un alma noble y no maligna.

 

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